Los últimos caravaneros del Teneré y del Alto Dolpo
Durante siglos los tuareg fueron los amos del Sahara. Dominaban el comercio y las vías de comunicación. Sus caravanas de cientos de camellos transportaban sal, azúcar, dátiles, té, sémola, oro y esclavos a lo largo y ancho del desierto. Hoy, venidos a menos, vuelven a desplazarse cada otoño hacia las salinas de Fachi y Bilma, donde cargan los bloques de sal que intercambian por otros productos en lugares tan lejanos como Nigeria o Mali.
El Alto Dolpo nepales es árido y pobre. Las cosechas solo dan para vivir medio año y su gente depende del comercio para subsistir. Los Dolpo-Pa son expertos comerciantes que con sus caravanas de yaks posibilitan la vida en la cordillera del Himalaya.
Pemba y Rabdoulá tienen doce años y aunque sus vidas están separadas por miles de kilómetros de distancia, ambos van a vivir una situación muy parecida que les marcará para siempre, un fabuloso viaje iniciático que nuestros dos protagonistas están a punto de emprender y que les llevará a atravesar dos de las regiones más inhóspitas de nuestro planeta; el desierto del Teneré y la cordillera de los Himalayas.